Volver al origen para sanar: un viaje de alma, sangre y memoria
Publicado March 29, 2017

Muchas veces escuchamos que para comprender nuestro presente debemos regresar al origen. Pero, ¿qué significa eso realmente? Para mí, volver a mi raíz no fue una frase bonita... fue un acto profundamente transformador. Fue sentarme frente al espejo del alma y preguntarme: ¿de dónde vengo? ¿quién soy cuando nadie me ve?
Este texto nace desde un lugar íntimo, honesto y profundamente humano. Lo escribo no solo como terapeuta, sino como una mujer que ha caminado el sendero de sanar con los ancestros. Y hoy te comparto mi historia, con el corazón en la mano, porque tal vez también sea un reflejo de la tuya.
El regreso a casa: mi historia
Aunque llevo más de una década investigando mi historia familiar, fue en unas navidades recientes cuando mi alma entendió algo profundo: necesitaba volver, no solo geográficamente, sino emocional y espiritualmente, a mi hogar de origen, a ese espacio donde se gestó mi vida, mis heridas… y también mi fortaleza.
Regresar fue abrir la puerta no solo de una casa, sino de un capítulo oculto de mi historia. Fue sentarme con mis padres y hermanos, con el frío bogotano acariciando las ventanas, y dejar que el pasado hablara.
Entre risas, silencios y anécdotas, las piezas del gran rompecabezas empezaron a encajar. Pregunta tras pregunta, surgieron memorias que habían estado dormidas. No solo mías. También de ellos. Porque cuando una persona sana en el sistema familiar, se activa el eco sanador para todos.
Y entonces sucedió: mi madre —con una voz cálida, temblorosa y amorosa— comenzó a narrar el momento de mi nacimiento… un momento donde, médicamente, una de las dos no iba a sobrevivir. Escucharla fue como volver a nacer conscientemente, pero esta vez desde el amor, no desde el trauma. Cada palabra suya era un puente entre la vida y la muerte, entre el miedo y la luz.
👣 Sanar es recordar… con el alma despierta
Lo que comenzó como un desayuno familiar se transformó en un ritual de sanación colectiva. El chocolate caliente, las fotos en blanco y negro, los olores del hogar, el tacto de las manos que me criaron… todo me hablaba de esa niña que fui, de esa mujer que hoy soy. Y en ese momento, volví a mi raíz con gratitud.
Pasé días reconectando con la tierra que me vio nacer, acariciando álbumes olvidados, escuchando los susurros del linaje a través de los objetos, de las memorias. Y comprendí algo esencial: para construir un presente libre, necesito reconciliarme con el pasado que me habita.
¿Por qué mirar el pasado? Porque ahí está la llave de tu presente
Sanar el árbol genealógico no es hurgar por curiosidad. Es honrar la historia que te trajo hasta aquí. Es reconocer a quienes vinieron antes, incluso cuando sus decisiones fueron dolorosas. Es entender por qué repites patrones en tus relaciones, por qué sientes que no mereces amor, abundancia o salud.
💭 Si sientes que siempre repites lo mismo...
💔 Si en tu familia hubo pérdidas, secretos, infidelidades, muertes prematuras...
👧🏻 Si cargas con la herida de la niña interior que no fue vista...
🧬 Si hay emociones que no sabes de dónde vienen...
Entonces, tu alma te está pidiendo regresar. No para quedarte, sino para liberarte.
💌 Gracias por leerme. Gracias por acompañarme en este pedacito de mi historia.
Hoy, desde este lugar de mayor comprensión, te acompaño a ti si estás lista(o) para iniciar tu propio viaje de regreso al origen. Porque no tienes que hacerlo sola(o). Porque yo también estuve allí, y sé que al otro lado hay alivio, claridad… y un nuevo comienzo.